Desde 2020, Ecuador ha vuelto a captar la atención de los migrantes venezolanos, y en 2024 el aumento de solicitudes de asilo no ha pasado desapercibido. Lo que antes era una escena común en el puente de Rumichaca, hoy se reemplaza por vuelos comerciales repletos de historias. La ACNUR confirmó que los pedidos de asilo han aumentado no solo desde Venezuela, sino desde países como España, Colombia, EE.UU., Canadá y Chile. Muchos venezolanos ya no buscan Ecuador como primera opción, sino como una alternativa más estable tras varios intentos en otras naciones. El interés por Ecuador crece por la presencia de familiares o la esperanza de regularizar su situación con mayor facilidad. El país se convierte en una puerta de escape para quienes ya no ven futuro en otras tierras. Incluso quienes ya vivieron en Ecuador alguna vez, están retornando. La migración no ha frenado; solo ha cambiado su forma. Hoy, el avión ha reemplazado al bus y a los pies cansados en la carretera. Se nota que Ecuador ofrece algo que otros países no están dando. Las ONG que solían brindar apoyo están ahogadas económicamente. El cambio de políticas migratorias en Estados Unidos afectó directamente la ayuda a refugiados. Desde 2020, los recursos son cada vez más escasos, lo que agrava la situación en países como Ecuador. Muchas solicitudes de papeles se estancan por falta de apoyo. A pesar de eso, la esperanza de los venezolanos no se apaga. Siguen llegando, llenos de sueños, y apostando por un país que vuelve a abrirles las puertas. Hay quienes han dejado casas, trabajos y hasta familias con tal de volver a empezar. Ecuador vuelve a ser protagonista en el camino de quienes buscan una nueva vida. Lo que empezó como una tendencia leve, ahora toma fuerza en cifras. Aunque las condiciones siguen siendo difíciles, el flujo migratorio sigue subiendo. Las autoridades ecuatorianas observan atentos, mientras las solicitudes no paran de crecer. Todo apunta a que el 2025 también será un año movido para la migración venezolana en Ecuador.