El famoso transatlántico SS United States, un ícono de la ingeniería y el lujo de los años 50, se prepara para un cambio radical de destino: convertirse en el arrecife artificial más grande del mundo, ofreciendo un nuevo hábitat para decenas de especies marinas frente a la costa de Florida. Este monumental proyecto es el resultado de un acuerdo entre la Junta de Comisionados del Condado de Okaloosa y la organización SS United States Conservancy, quienes, en conjunto, buscan transformar esta emblemática nave en un hogar submarino que preservará su legado.

Construido originalmente para transportar tropas en caso de guerra, el SS United States rompió récords de velocidad y fue considerado uno de los barcos más modernos y lujosos de su tiempo. Sin embargo, desde su retiro en 1969, el barco ha permanecido amarrado frente a Filadelfia, en riesgo de desguace por los altos costos de mantenimiento. Con esta nueva iniciativa, que podría alcanzar una inversión de 10 millones de dólares, se busca salvar el SS United States de una desaparición casi segura.

Susan Gibbs, presidenta de la organización y nieta del diseñador del barco, celebró la decisión que permitirá preservar el “buque insignia” estadounidense, señalando que esta iniciativa es una forma de inspiración para las futuras generaciones. “Seguimos guiándonos por nuestra misión de garantizar que el ‘buque insignia’ de Estados Unidos perdure como un faro de inspiración para las generaciones futuras”, comentó Gibbs. En paralelo, este ambicioso proyecto también contempla la creación de un museo que cuente la historia de la nave, la cual superó incluso el tamaño del Titanic.

Al hundirse en el lecho marino, el SS United States proporcionará no solo un nuevo hogar para miles de especies, sino también una atracción turística sostenible, integrándose al ecosistema y fomentando la conservación marina. Este arrecife artificial se convertirá en un faro de biodiversidad y memoria histórica, manteniendo viva la leyenda de una de las joyas navales de los Estados Unidos.