Tungurahua podría y debería convertirse en el nuevo epicentro logístico del país con la construcción de un Puerto Seco, un proyecto que, pese a estar en la mira de empresarios y autoridades desde hace años, aún no se concreta. La pregunta vuelve a sonar fuerte: ¿retomamos el liderazgo o dejamos pasar una oportunidad única?

Un Puerto Seco es un centro logístico terrestre que cumple funciones similares a un puerto marítimo, pero en pleno corazón del país. Se trata de una infraestructura con servicios aduaneros y logísticos integrados, donde se transfieren, almacenan y distribuyen mercancías, facilitando tanto la importación como la exportación.

A diferencia de los puertos tradicionales, el proyecto en Tungurahua estaría enfocado en la conexión aérea y terrestre, aprovechando la cercanía al Aeropuerto Internacional Cotopaxi (Latacunga) y su privilegiada ubicación en el eje Ambato–Latacunga–Riobamba, con accesos directos a Quito, Guayaquil, Cuenca y la frontera sur.

La estructura propuesta contempla almacenes generales de depósito, zonas de consolidación de carga, espacios refrigerados para productos agrícolas y florícolas, aduana interior, parqueo para camiones, y conexiones viales y (a futuro) ferroviarias, además de todos los servicios logísticos y bancarios necesarios para operar a nivel internacional.

Las ventajas de implementar un Puerto Seco en Tungurahua son claras:

• Reducción de tiempos y costos logísticos,
• Acceso directo a mercados internacionales vía aérea,
• Incentivo a la exportación local,
• Descongestión de los puertos marítimos,
• Generación de empleo calificado,
• Atracción de inversión privada y alianzas público-privadas.
• Además, la provincia destaca por su cultura empresarial, la fuerza de sectores como el automotriz, textil, calzado, agroindustria y floricultura, y su proximidad a un aeropuerto con capacidad para vuelos de carga internacional.

Este modelo fue impulsado hace años por el exgobernador Juan DeHowitt, pero no logró concretarse, y hoy, mientras otras provincias avanzan en iniciativas similares, Tungurahua podría quedar rezagada.

El reto está planteado: ¿se retomará el proyecto y se aprovechará la posición estratégica de la provincia, o se dejará pasar una oportunidad que podría transformar la economía regional?