Tungurahua vota sí y estas son las razones




Tungurahua fue la única provincia del país en respaldar las cuatro preguntas del referéndum.
Tungurahua fue la única provincia del país en respaldar las cuatro preguntas del referéndum, un resultado que responde a su identidad empresarial, su cultura de trabajo y a la narrativa gubernamental que convirtió el “sí” en una marca de clase.
Que Tungurahua haya sido la única provincia en votar SÍ a las cuatro preguntas del referéndum de 2025 no debería sorprender. La provincia tiene una identidad profundamente empresarial y comercial, donde buena parte de la población se asume trabajadora, productiva y orientada a los negocios, lo que históricamente ha inclinado sus preferencias hacia propuestas de derecha. Además, la campaña del Gobierno no solo polarizó las opiniones, sino que convirtió el apoyo al “SÍ” en una especie de marca de clase, asociada a quienes creen pertenecer a un grupo económico “emprendedor” o “acomodado”, incluso cuando la gestión presidencial ha sido deficiente. En Tungurahua operan más de 20.000 negocios formales, se registran más de 30.000 emprendimientos activos y la provincia es la segunda economía más dinámica de la Sierra Centro. Asimismo, su ecosistema financiero es uno de los más robustos del país, con más de 45 cooperativas, lo que alimenta una cultura económica donde el discurso pro-mercado del Gobierno caló con mayor facilidad.
Sin embargo, el respaldo electoral no significa que la realidad económica de Tungurahua sea distinta a la del resto del país. La provincia enfrenta serios problemas: en 2024 las ventas crecieron menos del 2% en términos reales, el subempleo supera el 50%, y sectores clave como la manufactura y la agroindustria han visto caer su producción por falta de demanda y altos costos operativos. Además, el crédito productivo en Tungurahua se redujo cerca del 12%, afectando directamente a pequeños negocios y emprendedores que sostienen la actividad provincial. Estos indicadores muestran que la economía tungurahuense también sufre las consecuencias de una administración que no ha logrado impulsar la productividad ni mejorar el entorno para hacer empresa.
El “SÍ” de Tungurahua responde a su identidad económica y al discurso oficial, pero la pregunta de fondo sigue en pie: ¿ha hecho realmente el Gobierno algo por fortalecer a quienes sostienen la economía de la provincia y a su sector empresarial?
