La OTAN acaba de aprobar un aumento gigante del gasto militar y Donald Trump no tardó en gritar “¡ganamos!”. En una cumbre organizada para hacerlo sentir como rey, Europa y Canadá aceptaron gastar hasta el 5% de su PIB en defensa antes de 2035. Trump lo celebró como una victoria de Estados Unidos, asegurando que ya no cargarán solos con los costos. España, por su parte, solo planea llegar al 2,1%, y eso hizo explotar a Trump, que amenazó con represalias comerciales. La nueva meta incluye 3,5% directo en gastos militares y otro 1,5% en inversiones para seguridad. Rusia fue señalada como la gran amenaza, mientras que China, Irán y Corea del Norte quedaron fuera del comunicado final. La cumbre fue tan breve como tensa: solo cinco párrafos y muchas sonrisas forzadas. Trump reveló que Estados Unidos conversará con Irán en los próximos días, tras bombardear instalaciones nucleares. También dijo que la tregua entre Irán e Israel “funciona bien”. El presidente español Pedro Sánchez dijo que comprometerse al 5% sería un error, y ni siquiera cruzó palabra con Trump. Pese a eso, el resto de Europa aceptó la presión del magnate republicano. Canadá y los europeos ya subieron sus presupuestos un 19%, pero Estados Unidos sigue cubriendo el 62% del total. El holandés Mark Rutte fue más lejos que todos: llamó “papito” a Trump y lo llenó de halagos. En resumen, todo fue diseñado para mantener contento a Trump y lo lograron.